Luz verdadera
- Everlasting Love
- 2 jun 2018
- 4 Min. de lectura

Quiero que pienses ¿qué es la luz?, esta es una palabra que usamos a diario para referirnos a muchas cosas pero, cuando pensamos en luz (seguramente estarás de acuerdo conmigo) piensas en una lámpara o bombillo, es decir en una lumbrera, sin embargo si dejamos la imaginación a un lado y vamos a lo técnico, podemos ver que la RAE (Real Academia de la Lengua Española) define de muchas formas esta palabra, en este caso resaltaré dos de estos significados:Quiero que pienses ¿qué es la luz?, esta es una palabra que usamos a diario para referirnos a muchas cosas pero, cuando pensamos en luz (seguramente estarás de acuerdo conmigo) piensas en una lámpara o bombillo, es decir en una lumbrera, sin embargo si dejamos la imaginación a un lado y vamos a lo técnico, podemos ver que la RAE (Real Academia de la Lengua Española) define de muchas formas esta palabra, en este caso resaltaré dos de estos significados:
1. Modelo, persona o cosa capaz de ilustrar y guiar; “Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo” Juan 1:9; Juan 8:12, Jesús es la luz verdadera, ya que El es el único capaz de ser modelo, guía, ejemplo digno de ser imitado, El es quien vino a este mundo a enseñarnos una nueva manera de vivir, una en la que no hay cabida para el pecado, en la que es posible no caer en la tentación, y ser compasivo, vino a ser (luz verdadera) el camino directo al Padre.
2. Utensilio que sirve para alumbrar. Esta definición es impactante pues dice utensilio, que puede describirse como instrumento, y aquí es donde nuestra vida en Cristo entra, somos instrumentos de Dios que llevamos la luz que es Jesús para iluminar el camino verdadero a otros, Mateo 5:14-16 dice: “14 Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. 15 Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. 16 De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.”
Estos pasajes son realmente hermosos, comprender que Jesucristo es la luz que viene a nuestra vida a iluminar el camino, pero también a iluminar nuestro interior obligando a que la oscuridad se valla, esa oscuridad que representa la maldad, los vacios, el sufrimiento, los malos sentimientos, entre otros, es un conocimiento muy alto y maravilloso; sin embargo esto no para ahí, porque luego de permitir que la luz de Cristo entre a nuestra vida e ilumine todo nuestro ser, entonces se nos es dado la capacidad de ser la luz del mundo, luego de recibir tenemos entonces la responsabilidad de dar, de ser esa lámpara, esa lumbrera que muestre a Jesucristo y revele su evangelio a otros.
Ahora vamos a Juan 1:1-18, luego que lo leas y hallas comprendido, vuelve a leer el versículo ocho (8), “Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz”, y aquí es donde me quiero centrar, porque Juan está hablando de que Juan el Bautista, no era la luz sino aquel que daba testimonio de la luz, es decir que Juan sabia que la luz que habitaba en él no era de él sino de aquel que le salvo, que es la luz verdadera. De la misma forma debemos comprender que la luz que habita en nosotros nos fue dada por gracia, no porque la mereciéramos, si no porque desde antes de nuestra formación en el vientre, fuimos escogidos para portar dicha luz, pero esta no puede ser una excusa para gloriarnos o enaltecernos más allá de lo que debemos, sino todo lo contrario, para humillarnos y reconocer que somos instrumentos, lámparas que transportan la luz.
En efesios 5:8-9 dice “Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz! 9 Pues esa luz que está dentro de ustedes produce solo cosas buenas, rectas y verdaderas”
Por último, Lucas 11:35-36, “Asegúrate de que la luz que crees tener no sea en realidad oscuridad. 36 Si estás lleno de luz, sin rincones oscuros, entonces toda tu vida será radiante, como si un reflector te llenara con su luz”, asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad, ¿cuando se convierte la luz en oscuridad?, cuando queremos ser admirados, cuando buscamos la gloria o el reconocimiento, cuando hemos dejado de mirar a Cristo para mirar sus bendiciones y los lugares de honra que nos permite ocupar.
Marcos Brunet dice en una de sus predicas “ La luz no está para ser admirada, sino para iluminar el camino”, cuando piensas en esta frase en detalle, te das cuenta que las personas no miramos un bombillo o una fuente de la luz, pues podría llegar a dañar nuestros ojos, las personas miramos el espacio que esta luz, está iluminando, y como lo describe también el diccionario, nosotros somos un utensilio que ilumina, no estamos hechos para ser admirados, sino para iluminar el camino hacia aquel que nos llamo, y dejar en alto el nombre de nuestro Dios, siendo testimonio de la luz que está dentro de nosotros, para que Él sea glorificado, y sea esa luz que sirve de modelo, la luz verdadera.
Como hijos de Dios, debemos ser luz, llevar en alto la luz verdadera que nos ha sido dada, esa luz que no le interesa ser admiraba o que su trabajo y esfuerzo sean recompensados, que lo que realmente le importe sea llevar testimonio de la luz verdadera, JESUCRISTO. Amén.
Te agradecemos que te hallas tomado el tiempo de leer este devocional, esperamos sea de gran bendición en tu vida.
¡Recuerda ser luz en medio de todo lugar!
-Everlasting love
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