¿Miedo? ¿Dudas?

Realmente todos hemos conocido que clase de sentimientos son estos y las consecuencias que traen a nuestras vidas en diferentes aspectos, como el estudio, el trabajo, la vida familiar, emocional y por supuesto en nuestra relación con Dios.

Pero cuando investigas y el Señor te lleva a profundizar en estos temas es donde realmente es impactante; la RAE define el miedo como un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea, fíjate en “impulsa a creer” el miedo nos hace actuar de manera impulsiva reaccionando ante cosas que probablemente están solo en la mente, poniendo nuestra confianza en otras cosas o personas, un ejemplo de esto es Saúl, antes de su muerte, Saúl ofende una vez más a Dios al buscar a un médium que le permitiera comunicarse con Samuel (1 Samuel 28:5 “Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera”) en este caso el miedo llevo a Saúl a poner su confianza en los enemigos de Dios.

Por otro lado la duda es (en uno de sus significados) vacilación del ánimo respecto a las creencias religiosas, lo que concuerda con Santiago 1:6 que dice “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”, como lo describe Santiago aquel que sea dejado llenar de duda es arrastrado por cualquier viento, ya no está firme, además demuestra la falta de fe “Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14:31.

Además de tener las consecuencias que ya vimos, estos sentimientos pueden provocar ira y apartar a las personas de nuestro alrededor.

Pero no es esto en lo que me quiero enfatizar, yo hoy quiero hablar acerca del “miedo al ministerio” ese miedo y duda que se genera en ocasiones cuando nos vemos frente a nuevos retos, frente a lo obligación de desarrollar la capacidad puesta en nosotros por Dios para ejercer nuevos ministerios o roles dentro de Su casa.

Para empezar podemos ver a Moisés un hombre que fue rescatado de la muerte cuando era apenas un niño, y que posteriormente fue usado por Dios para sacar a Israel de la esclavitud en Egipto y conducirla hasta la tierra prometida, pero en el proceso de ser llamado por Dios Moisés vacilo mucho y tuvo muchas dudas frente a lo que Dios le pedía hacer (Éxodo 4: 10-14), otro ejemplo es Jeremías que recibió el llamado de Dios cuando era muy joven y como lo expresa en Jeremías 1, tenía miedo de no saber hacer, de no saber hablar; pero estos hombres aprendieron a confiar en Jehová, entendieron que aquel que los había llamado, les había dado la capacidad para desarrollar la tarea y que también estaría con ellos a cada paso que dieran, pusieron su confianza en aquel en quien podían estar seguros, como lo expresa David en Salmos 56:11 “En Dios he confiado; no temeré;¿Qué puede hacerme el hombre?”.

Para finalizar quiero invitarte a leer la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30, en este caso aquellos trabajadores que duplicaron la inversión recibieron más, pero aquel que por miedo la enterró quedo sin nada y dice la palabra que aun lo que pensaba tener, le seria quitado; en esta oportunidad quiero invitarte a confiar en Dios, no a actuar de manera impulsiva y desconsiderada si no a creer que Dios es quién te ha llamado, que el Espíritu Santo reparte los dones según Él lo decida (“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” 1 Corintios 12:11), y que ese sueño que Él ha puesto en ti Él lo está respaldando, Dios no envía para abandonar, Dios no se arrepiente, Dios cumple.

Si deseamos más de Dios, entonces debemos darle más, el Señor se complace en desarrollar en nosotros nuevos talentos, así que enfrenta ese miedo que no te deja dar fruto y avanza, deja esa duda que te hace vacilar y desanimarte, ponte firme y lucha por alcanzar lo que Dios te ha prometido, lucha por que el rostro del Señor Jesus resplandezca para ti, Lucha por darle un servicio mayor y mejor.

- Everlasting Love.